ALAS TRICOLORES

 

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Para seguir la pista a los españoles que volaron en el bando aliado durante la II Guerra Mundial, a los que he englobado como <Alas de la República en el exilio>,

al contrario que los compatriotas que lo hicieron en el bando fascista, el llamado Eje Roma -Tokio - Berlín, que estuvieron encuadrados todos en que estuvieron encuadrados todos en  la 15 escuadrilla del 27 "Jagdeschwader", el "Spanische Jagdstaffell" o Escuadrilla Azul formada por 89 pilotos (Incluida dentro de la División Azul, con oficiales del ejército y la policía militar formada por la Guardia Civil) y amparados por una bandera; hay que hacerlo individualmente. Nunca estuvieron unidos en una unidad propiamente española, pese a los intentos que se hicieron al respecto, sino encuadrados en diversas escuadrillas la mayoría en el ejército soviético participando por tanto, en la llamada Gran Guerra Patriótica, aunque no todos. Aquí aparecen los casos singulares de Ramón Jiménez Marañón con las fuerzas Aéreas Francesas Libres y Antonio García Borrajo en la RAF.

Sí una nación es el conjunto de sus ciudadanos, entonces decir que: "España no participó en la contienda", es perpetuar una mentira diseminada por el gobierno de la dictadura para congraciarse con los vencedores de la guerra. Con la mitad de la población secuestrada por el miedo que ejercía sobre ella la otra media de marcado carácter germanófilo, ese estatus de no beligerante que pregonaba la diplomacia franquista, era solo papel mojado.

Casos hubo en los que quedó demostrada la clara alineación y participación de la dictadura franquista con sus homólogos del Eje:

• El derribo de un P-38 de la US Army por parte del teniente Miguel Entrena Klett con su He112B2 en los cielos del protectorado español en Marruecos. 

 

• El caso del submarino italiano "Capellini" en el puerto de Ceuta.

• La ocupación de Tanger, el mismo día que caía París, por el General Germán Yuste. 

 

• El apoyo de  jerarcas del régimen para la llamada Operación Fénix planeada por  Berlín. 
• La habilitación de bases para los U-boots en Canarias, 
• El transporte de tripulaciones y torpedos por parte de la Marina española. 
• La utilización de los puertos y rías gallegas para el abastecimiento de los submarinos nazis. 
• El envío hacia Alemania de importantes cantidades de alimentos como aceite de oliva o naranjas además de materias primas de interés bélico como el wolframio o la magnesita 
• Y no podemos olvidar el más notorio de todos, el envío de la División Azul. 

 

Fue la campaña de la URSS donde se encontraron de nuevo las dos Españas que decía el poeta.  Más de 40.000 en la División Azul y algo más de 800 con los soviéticos.

Cuando la suerte de la contienda comenzó a cambiar en 1943,  los voluntarios (Habría que puntualizar que dentro de estos voluntarios había un poco de todo. Algunos querían vengarse de los soviéticos por su apoyo a la II República; otros odiaban visceralmente el comunismo. Otros que seguían siendo fieles a la República esperaban la oportunidad de pasarse al Ejército soviético También existía otro grupo en el que estaban encuadrados los que intentaron hacerse perdonar su pasado, o el de sus familiares, republicano) de la División Azul fueron retirados a toda prisa. Algunos se quedaron hasta el final en la "Unidad Ezquerra" llegando a defender el búnker de Hitler en Berlín. 

Había que hacerse perdonar las veleidades pro nazis de los distintos gobiernos hasta 1945. Se colgaron en el desván las camisas azules, yugos y flechas incluidos, y se echó tierra sobre las acciones, se relegó a las personas que habían tenido un papel destacado en la ayuda material  y la propagación de las ideas nazis.

Todo esto se intentó tapar con una losa de silencio. Se pretendió aparecer ante los aliados occidentales como si el país fuese un baluarte contra el nuevo enemigo comunista.
Españoles pelearon en los dos bandos. Unos, durante algún tiempo, recibieron el apoyo institucional y su epopeya quedó reflejada en diarios, libros y en el famoso NODO. De los otros nadie se ocupó, la losa del olvido intentó sepultar su memoria, como si nunca hubiesen existido, pero si existieron y tenemos una deuda de gratitud ante ellos.

Aquí irán apareciendo en orden alfabético los que participaron en los hechos que cambiaron la vida de millones de personas.

¡Esta es su historia para que no se olvide!

 

 

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NOTA - Datos bibliográficos al final del capítulo 7º