1950 aparecería la primera ala delta, ingenio de un ingeniero aeronáutico de la NASA, Francis Rogallo. Aunque no estaba diseñada para el vuelo libre, sino para recuperar a las naves espaciales en su vuelta a la Tierra, proyecto que no tendría éxito en la NASA. En 1962 aparecen una serie acróbatas de ski náutico australianos y norteamericanos, que deciden utilizar el ala Rogallo en sus exhibiciones, John Dickenson, Bill Moyes y Bill Bennet. En los años 70 donde comienza el verdadero auge, popularizándose como el medio más asequible de volar y empieza a extenderse por todo el mundo. Stuart Soule , uno de aquellos pioneros, emprendió la aventura de volar en la Sierra Nevada madre, al igual que lo hacía en su Sierra Nevada californiana, cuyo nombre procede de la descripción que un sacerdote español hizo en 1776. Stuart embarcó en Nueva York con un carrito de dos ruedas, en el que llevaba el ala, arnés y todos los enseres necesarios para una vida bohemia. Desembarcó en Lisboa y por el Alg...