Intentando de nuevo conseguir el récord de distancia, en 1929 se programó un vuelo directo entre Sevilla y Río de Janeiro en Brasil. Efectuó el vuelo en 43 horas y 50 minutos, debiendo aterrizar en Bahía por falta de combustible debido a los vientos en cara que encontraron, recorriendo 6530 km. según la línea ortodrómica, siendo la segunda marca mundial absoluta y la primera de un avión, el Jesús del Gran Poder, terrestre sobre el mar. Después de aterrizar en Bahía el 26 de marzo de 1929, sus tripulantes los Capitanes Iglesias Brage y Jiménez Martín, recorrieron 15.000 km más sobre el continente americano, en un periplo que los llevó a Río de Janeiro, Montevideo (Uruguay), Buenos Aires (Argentina), Santiago de Chile, siendo el primer avión español que sobrevoló los Andes, Arica, Lima y Paita en Perú, , Colón (Panamá), Managua (Nicaragua), Guatemala y la Habana en Cuba.
El famoso «¡ Que inventen ellos !» con que Miguel de Unamuno aplaudía el desierto en el que habitaba la ciencia española a finales del siglo XIX y principios del XX tiene en Federico Cantero Villamil a una de sus principales víctimas. Este ingeniero de caminos (Madrid, 1874-1946) logró la hazaña en aquella España sin interés por el progreso científico de ultimar el primer helicóptero en 1936, dos años antes que su creador oficial, el ucraniano Igor Sikorsky. El inicio de la Guerra Civil impidió al investigador español patentarlo y finalmente los laureles históricos se acabaron marchando a EE. UU., en donde Sikorsky ya diseñaba la producción en serie de estas aeronaves durante la década de los cuarenta. El libro Cantero Villamil. Crónica de una voluntad , escrito por Federico Suárez Caballero a partir del legado documental de su única hija viva, Concha Cantero, rescata del olvido a un inventor nato que llegó a acumular durante su carrera veintitrés patentes aeronáuticas, ...

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